La palabra escrita nos sitúa en la eternidad.

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domingo, 9 de febrero de 2025

 






 XV

 Esa rueda de cobre,

ese astro sin órbita atrapado al follaje,

esa única y múltiple estrella de bronce sin pulir,

esa piel rugosa de sapo comestible,

esa naranja madura cuelga de la rama

como un ahorcado a quien la muerte sentara bien.

En su esqueleto de alegre color

la flor se ha transformado en jugo

sediento de ser bebido.

Quitándose los azahares,

la novia vegetal ha dado a luz

un cargamento de huevos acuosos.

En la quietud de la mañana,

mientras las hojas hacen adiós a la luna

que viste su vuelo lechoso

con los primeros azules del alba,

ellas se aferran, inmóviles, cavilosas,

a una misteriosa noche interior

que deshace el cuchillo que las abre,

transformándola en luz  azucarada,

mientras sangran su primoroso amor

en las copas del desayuno cotidiano.

 

Jacqueline Sellan Bodin






 

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