La primera lengua.
Poemario
la voz intocada
Crecer
es dejar de hablar el lenguaje del agua....
No conocía el mar por aquel tiempo
pero lo imaginaba
en brumosas carabelas...
Cuando al fin pude arribar
a las playas,
mis ojos eran ciegos de haber esperado.
Entretanto se habían derrumbado
las imágenes que yo
levanté...
un poema alzado del
barro...
pintado en el viento...
sólo un sueño...
El ámbar de una voz
desconocida
quise inventar.
Creer en esas balsas de luz
que conducen de mano a mano...
¡Oración ignorada!
Los hombres ya fueron domesticados
como palmeras de tarjeta postal…
Quisieron sepultarme en espuma.
¡Les grité que no!
Yo soy el mar que acaba con las rocas
y a veces se pasea la muerte por mi cuerpo
y me siembra su furia
como un bosque de sangre,
pero no he dañado la nieve de mi voz,
lo sabes...
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