La palabra escrita nos sitúa en la eternidad.

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domingo, 29 de diciembre de 2024

 




La cuscuta

(NOVELA)

  I


"A media altura en la ladera se eleva la casa construida con barro, piedras, botellas de vidrio, fierros, platos rotos y otros objetos en desuso. En torno a sus paredes crece apretadamente una huerta frondosa que se inclina bajo el peso de sus frutos. Está por terminar la estación seca y ya se forman, en el horizonte, algunas nubecillas violáceas que se diluyen sin precipitar, y el cielo vuelve a tener esa inmutabilidad de estampa veraniega. Pero la humedad se puede oler en el aire y se nota que pronto comenzarán a caer los copiosos chubascos estivales. La casita tiene una extraña forma; no es ni redonda ni oblonga, ni mucho menos cuadrada. En realidad, nada es cuadrado o regular en ella, ni lo es tampoco el cercado vegetal que rodea el terreno, irregular también en sus altibajos, lleno de hortalizas y flores, mezcladas y combinadas, y recorrido por la línea serpenteante de un camino de piedrecillas claras. 

Esta extraña casita había logrado resistir al éxodo y al abandono. A su alrededor, las cumbres se alzan, altivas y solitarias, cubiertas por una leve muselina de nubes, como novias agrestes. A esta hora, la más dorada, cuando el sol es todavía una caricia y no una quemadura, Alexia se pasea, como cada mañana, entre los frutales. Nadie, al verla, podría imaginar que más allá de ese pequeño y encerrado paraíso, más allá de ese remanso entre las montañas, lejos, hacia donde lleva la semiderruida carretera que conserva apenas algunos trechos quebradizos de pavimento y que baja a tropezones hacia el valle, se extendió no hace mucho la terrible animalidad de una urbe llena de ruidos y de aullidos y de miseria, demostrando, una vez más, la inutilidad de los esfuerzos citadinos por enfrentar las catástrofes."


Así comienza "La cuscuta", novela apocalíptica inspirada por la reciente pandemia y la sicosis que se creó en derredor. También está inspirada en la construcción que estábamos llevando a cabo, Jorge y yo, de nuestra futura casa, "hecha de barro, piedras, botellas, y otros materiales en desuso". El proyecto quedó a medias cuando mi compañero enfermó, pero la novela siguió su curso y culminó en este texto, "La cuscuta", que pueden encontrar en Amazon. También en pdf escribiendo a mi WhatsApp: +56 9497878925






 

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