La palabra escrita nos sitúa en la eternidad.

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jueves, 26 de diciembre de 2024

 En el jardín botánico


 

 


Avellanos con sus flores de filigrana. Una luma de frutos blancos. El chilco con la cabellera morada remojando en la corriente. Un martín- pescador se hunde en el agua como una pedrada y vuelve a salir como una flecha.

El paisaje es de esmalte verde y azul. Algunas pinceladas de rojo o de aromas dulces.

Al pie de los troncos serenos, un amasijo informe de botellas vacías y vasos plásticos rotos.

Un grupo de abejas parlanchinas liba las últimas gotas púrpura y luego, dando tumbos, equivocan el camino a casa.

Terminan durmiendo la borrachera sobre la seda blanca de la azalea.


(De "Pequeñas voces olvidadas") 

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