Almas de pez.
(poemario)
I
¿Es que nunca dejarán de
soplar
estos áridos vientos?
Un reloj que bate sus
horas al vacío,
un corazón pegado a las
paredes,
y las hojas del
pensamiento
barridas por la
tormenta.
¿Nada abrirá los ojos
ciegos?
¿Ninguna luz anidará
entre estas ruinosas
escamas?
Almas de pez tienen los
hombres,
almas de pez o de
esponja,
o de pulpos,
o de mariscos muertos
abiertos en la playa.
Jacqueline Sellan Bodin
I.A.
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