"La manada de renos se recorta contra el
atardecer rosa pálido de este cielo invernal. Un invierno que casi le parece un
verano, en comparación con los de su país natal; un atardecer similar al color
de la fachada de la casa.
Alzando sus enrevesadas cornamentas, tratan de
subir al firmamento llevando consigo el trineo cargado de paquetes coloridos,
primorosamente envueltos, aunque el Santa Klaus, demasiado rotundo, parece
impedir que emprendan el vuelo.
De colores vistosos, iluminados con pequeñas
luces de LED, su modernidad de plástico contrasta por completo con el frontis
del edificio de la presidencia, todo en tonos rosas y grises claros, con sus
antiquísimas piedras de cantera y su balcón de fierro forjado."
El reflejo cóncavo, novela.
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