La palabra escrita nos sitúa en la eternidad.

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sábado, 2 de noviembre de 2024

 el vidrio empañado

(novela)

Jacqueline Sellan Bodin





Dibujamos sobre la eternidad,

sobre un vidrio empañado,

luego el viento pasa y seca el vaho,

y el dibujo de líneas abiertas

como bocas que gritan un nombre

desconocido

se esfuma lentamente

así como un olor que se volatiliza

en medio de otros olores,

una cremallera se abre poco a poco

al peso del tiempo,

ceden los ganchitos apenas perceptibles,

y el vestido cae, la túnica pudorosa,

el severo traje del luto interior,

y nos deja sólo la piel desnuda

de la nostalgia,

con algunos tatuajes que las cosas

nos hicieron al pasar,

ligeros desgarrones

en la comisura de los labios

producidos por palabras

demasiado brutales

y nos vamos quedando inmovilizados

como en la última fotografía,

en esa instantánea

que nos toma la muerte

ya antes de salir del vientre

en el que nos hemos formado,

célula tras célula,

memoria tras memoria.


Con este poema inicia el libro.  Éste es una especie de resumen de la filosofía central de la novela, la que está escrita a ratos a lo largo como si fuera poema, a ratos a lo ancho como si fuera prosa. 

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2 comentarios:

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